¿Cuál es el antecesor más viejo del que tienen conocimiento?, probablemente un tatarabuelo o un par de generaciones anteriores, y, ¿que tanto saben? ¿Saben en lo que creía, lo que le gustaba, lo que le molestaba, cómo eran sus amigos, que lo hacía llorar o reír, a qué jugaba de niño, cómo fue su primer beso, cuál era el primer recuerdo del que tuviera memoria, que tan lejos de casa viajó?…
Probablemente no.
Mientras pintaba pensaba en eso y entendí que al final la mayoría estamos destinados a desaparecer luego de pocas generaciones o a vivir por siempre encadenados a unos pocos recuerdos que no representan lo que realmente somos y de los que no tenemos control.

90 x 125cm. Acrílico sobre papel kraft. 2020